Tapioca
Tapioca no se salvó de una vida cruel en la calle. Tampoco de sufrir por no comer ni tener dónde protegerse del frío y el calor, fue atropellada y le lesionaron tanto la patita que hubo que amputársela. Ahora Tapioca es muy alegre y muy juguetona. Se lleva muy bien con todos los perros chiquitos.