Calabazo
Ya no me sorprendo cuando me dicen de las cosas de las que es capaz el ser humano. Cuando Calabazo aún era un pequeño cachorro, fue quemado por sus dueños.
A Milagros Caninos, llegó hecho una bola de pelos y quemado del lomo. Lo rasuramos para curar y desinfectar sus quemaduras. Logró recuperarse con todos los cuidados y amor que recibió.
Ahora, cada vez le cortamos el pelo, se ve muy guapo y como todo perro, lo único que quiere es jugar.
¡Calabazo juega todo lo que quieras! ¡Para eso está el jardín y tus hermanitos!